LA INFORMATICA Y LA MEDICINA
El uso de la informática como herramienta de ayuda a la medicina es una realidad con gran importancia. Desde tiempos antiguos muchas de las actividades humanas se han basado en la repetición, de actos o cálculos y del mismo modo que se inventaron operaciones matemáticas básicas para simplificarlas, surgió la necesidad de mejorar las limitadas prestaciones que ofrece la mente del hombre para calcular, a medida que las diversas ciencias se hicieron más complejas
El manejo de la información es algo integrado en la practica clínica. Médicos y pacientes interactúan en una compleja matriz de información. El médico es un manipulador de la información en el sentido de que la adquiere, la procesa, almacena, revisa y la aplica en relación a la historia y evolución del paciente, a la realización de protocolos diagnósticos y terapéuticos, al establecimiento de patrones poblacionales de enfermedad, al funcionamiento del sistema sanitario y al amplio almacén de literatura médica publicada. Pocas cosas en la relación médico paciente y en el trabajo sanitario, no están relacionadas de alguna forma con la obtención, el procesamiento y la aplicación de la información, junto a tareas de comunicación. La selección adecuada de los conocimientos científicos, su interpretación y su aplicación a la toma de decisiones en medicina, es un complejo proceso relacionado con el manejo de la información y con las tareas de comunicación. Por estas características de la medicina, se van utilizando de forma cada vez más amplia, las ventajas de la informática en un entorno caracterizado por el aumento del número y la complejidad de las especialidades médicas, mayor disponibilidad y prestaciones de los ordenadores, precios más bajos, mayor familiaridad médico - máquina, necesidad de guardar y transmitir gran cantidad de información y la presión socio económica que demanda una mayor eficacia en la gestión de los recursos, a pesar de las reticencias iniciales basadas en la rigidez de los lenguajes de programación, interfaces poco amigables, la propia inercia o la malentendida contraposición informática – humanismo, entre otras razones.
La tecnología de la información actúa sobre la forma en la que los datos del paciente son recogidos y analizados, sobre la comunicación con otros colegas o especialistas y sobre la literatura biomédica a la que se accede y se basa la toma de decisión clínica. Las actividades en las cuales el ordenador puede colaborar con el personal sanitario, son muchas y podrían agruparse en tareas técnicas, de formación, administrativas y de gestión.
Su uso en la mayoría de instrumental médico moderno facilita el análisis de datos, ondas, imágenes... permite utilizar de forma sencilla y eficiente técnicas complejas, como son la monitorización, análisis electrocardiográfico, TAC, resonancia magnética... Ampliamente se han utilizado en admisión, administración, bibliotecas, acceso a literatura médica, estadística e investigación, contabilidad y facturación, y en servicios de farmacia y laboratorio, en menos casos se ha utilizado en medicina general, medicina crítica y con menor éxito se ha dirigido a la ayuda en la decisión médica, permaneciendo como proyectos o curiosidades el uso de programas dirigidos a la misma, a pesar de demostrar muchos de ellos, que se mejora la calidad del cuidado al enfermo, el control del mismo, se facilita la investigación, el análisis de datos, la administración y el control de gastos.
La informática médica se va convirtiendo cada vez más en una nueva disciplina que pretende relacionar el contenido de la medicina con el de la tecnología informática, en un campo interdisciplinario para cuyo desarrollo se requiere un conocimiento básico de la ciencia médica, estadística, epidemiología, ciencias de la decisión, economía de la salud, ética médica y conocimientos de informática, que en el futuro producirá un cambio lento pero progresivo en la naturaleza de la actividad médica, por lo que es preciso el adoptar estrategias administrativas y académicas que de una forma ordenada y progresiva promueva la integración de las tecnologías de la información dentro de la practica médica.
En los últimos años van añadiéndose nuevas aplicaciones informáticas a la medicina, como son las publicaciones electrónicas biomédicas, la telemedicina, impulsada por el auge de internet y su World Wide Web y los registros informáticos de la historia clínica. Los avances en esta tecnología y en el desarrollo de redes de información van a permitir una reducción de costes y un aumento en la calidad del cuidado de nuestros pacientes. El cambio en la enseñanza de las ciencias médicas permitirá entender al ordenador como una importante herramienta de trabajo, que además permitirá cambiar la actual forma memorística e intuitiva de la actuación médica a una forma basada en una estructura con una mayor base de conocimientos, un proceso analítico de los mismos y una mayor eficacia en la toma de decisiones.
El médico no solo no quedará relegado por el ordenador sino que liberado de sus tareas más repetitivas y tediosas, pasará a ser el eje sobre el que se apoye todo el soporte informático, al actuar como selector y controlador de los datos de entrada, creador de los protocolos y algoritmos que éste seguirá, interpretando, además, sus resultados y por lo tanto siendo el máximo responsable del sistema.
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